Friday, August 6, 2010

Bolivia - "Ley de Aduanas es buena medida en la lucha contra el contrabando"

Para la CEPB es importante incrementar las inversiones en el sector productivo y en otras aéreas de le economía, y para ello los órganos del Estado tienen el deber de crear las condiciones favorables para la inversión privada, de lo contrario el costo social puede ser enorme, indicó el Presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Daniel Sánchez, en conferencia de medios de comunicación.

"Asumimos que el proyecto de Ley que introduce modificaciones al régimen aduanero y a la legislación tributaria vigente, constituye una señal positiva de una voluntad política en el Estado para encarar con firmeza la lucha contra el contrabando", señaló Sánchez.
Explicó que durante mucho tiempo, el sector empresarial reclamó la falta de voluntad política en los Poderes públicos para poner freno al flagelo del contrabando, motivo por el que la discusión del tema en la Asamblea Legislativa, mantiene a los empresarios con una expectativa positiva.
Sánchez señaló que en el sector productivo destacan básicamente, la tipificación como delitos tributarios de las violaciones a las normas tributarias vigentes y el endurecimiento de las sanciones y castigo a los culpables.

"Esto es lógico. Una de las razones que alienta al contrabando es que los delitos de contrabando no se castigan. Al menos no con la severidad que sería necesaria, para disuadir a que se siga incurriendo en los delitos. Como no hay castigos severos, los contrabandistas y los funcionarios públicos, que son sus cómplices, siguen actuando a plena luz del día, amparados en la impunidad. Esto tiene que terminarse", apuntó.

A decir del Presidente de la CEPB, no basta el endurecimiento de los castigos a los delitos, si estos quedan en papel. "Tan importante como una ley que defina mejor los delitos y contravenciones, es que los órganos de justicia apliquen correctamente las normas y actúen con prontitud y, sobretodo con idoneidad e imparcialidad. Necesitamos fiscales y jueces que no se corrompan y no caigan bajo la influencia de los mismos contrabandistas", remarcó.
En relación al costo social de la lucha contra el contrabando Sánchez explicó que es un tema que no puede ignorarse, sin embargo aseveró que por ello el Gobierno tiene que ser consciente de esta consecuencia y tiene la responsabilidad de tomar medidas para prevenir las secuelas, que eventualmente pueden traducirse en mayor desempleo e incluso en una situación extrema en conductas anti-sociales.

"Nadie quiere desempleo, y mucho menos los empresarios. El combate al contrabando tiene que ir de la mano de un gran esfuerzo nacional para aumentar el empleo y ofrecer otras oportunidades económicas a la gente. Y la única forma de hacerlo es producir más, es fortalecer nuestras industrias, es ampliar la capacidad de la economía formal para acoger a los miles de bolivianos que hoy están inmersos en las redes de la informalidad y de actividades ligadas de una u otra manera al contrabando u otros negocios ilícitos", dijo.
Agregó que la solución no está en no hacer nada y dejar que el flagelo del contrabando siga azotando la economía boliviana. "Pensamos más bien, que las soluciones las tenemos que buscar de otra manera: generando más producción y más puestos de trabajo en el sector formal, que es lo único que puede ofrecer mejores alternativas a las personas, además de contribuir con sus impuestos al sostenimiento de las políticas sociales del estado", finalizó.

Continúan mejorando las expectativas en Argentina

Las expectativas económicas de los argentinos exhibieron su tercera mejora consecutiva en la medición de mayo, acumulando una suba del 6% en lo que va del año. Si bien en este resultado han tenido una gran incidencia las opiniones favorables a la coyuntura para la compra de bienes durables, en las últimas mediciones se advierte también un mayor optimismo sobre el futuro de la economía. El presente estudio revela también que las principales preocupaciones de la población en materia económica se relacionan con los aumentos de precios en los alimentos y los temores a la pérdida del empleo.
El Índice General de Expectativas Económicas (IGEE) alcanzó un valor de 90 puntos en la medición de mayo, lo que representa un incremento de 2,7% con respecto al relevamiento de abril y una variación de +12% en comparación con el mismo período del año anterior.
Estos resultados surgen de una encuesta de alcance nacional que la Escuela de Eco-nomía de la Universidad Católica Argentina y TNS Gallup Argentina realizan men-sualmente con el objetivo de registrar la opinión de la población acerca de la situa-ción económica actual y futura, así como su percepción sobre el empleo, el ingreso familiar y la capacidad de compra. En esta nueva medición se entrevistaron 1.011 personas en 26 localidades de todo el país, entre el 19 y el 27 de Mayo de 2010. El proceso de selección de la muestra es probabilístico polietápico, de acuerdo con las cuotas de sexo y edad establecidas por el Censo Nacional de Población. Los resulta-dos del estudio son representativos de la población adulta argentina.
Todos los subíndices que componen el IGEE presentaron variaciones pos
itivas en la última medición. El subíndice de Situación Actual, con 95 puntos, exhibió una mejora de 1,8% con respecto al mes anterior y de 10,5% en la comparación interanual. Por su parte, el subíndice de Situación Futura alcanzó 76 puntos, con un incremento de 2,8% con respecto a la medición previa y de 5,5% en comparación con el registro de un año atrás. Finalmente, el subíndice de Compra se ubicó en 108 puntos (+3,8%), un 22,1% por encima del valor observado en 2009. Como se comentara en anteriores informes, este último subíndice es el que viene exhibiendo el mayor crecimiento en los últimos meses.

Resultados desagregados por pregunta
Situación Económica. El 53% de los argentinos considera que la situa-ción económica actual del país es mala o muy mala, mientras que el 34% opina que no es buena ni mala y un 12% que es muy buena o bas-tante buena. Las opiniones negativas tienen una incidencia mayor entre los entrevistados de clase media y media baja (53%) y en el interior del país (56% vs. 46% en el GBA y 44% en el Capital Federal). En lo que respecta a las perspectivas para los próximos seis meses, las opiniones se dividen entre quienes consideran que la situación económica se mantendrá igual que ahora (38%) y los que opinan que empeorará (35%), mientras que el 21% de los entrevistados anticipa una mejoría. Las respuestas son algo más pesimistas en el interior del país (40% vs. 23% de la Capital Federal y 25% en el GBA).
Empleo. El 60% de los argentinos considera que hay pocos o muy pocos puestos de trabajo disponibles actualmente, mientras que un 12% opina que hay muchos o bastantes y un 25% adopta una posición intermedia (no hay muchos ni pocos). Las opiniones negativas son más frecuentes en el interior del país (66% vs. 51% en la Capital Federal y 47% en el GBA). En lo que respecta a las perspectivas del empleo para los próxi-mos seis meses, el 46% de los entrevistados considera que habrá la misma cantidad de puestos de trabajo disponibles, mientras que el 31% opina que esta disminuirá y un 15% afirma que habrá más puestos de trabajo.
Ingreso y Compra. A la hora de estimar el ingreso del hogar para los próximos seis meses, el 58% de los argentinos opina que éste será igual que el actual, mientras que un 21% considera que disminuirá y el 16% que aumentará. En todos los estratos sociodemográficos predomina la idea de que el ingreso no experimentará cambios significativos en el corto plazo. En lo que respecta al momento para la compra de bienes durables, el 44% de los entrevistados considera que es un mal o muy mal momento, mientras que el 30% opina que no es bueno ni malo y el 21% que es un buen o muy buen momento. Las opiniones negativas aumentan en los niveles socioeconómicos más bajos (49% en los secto-res medios bajos y bajos vs. 38% en los medios y 17% en los altos y medio altos).
Evolución histórica del IGEE
En 2004 -año en que comenzaron las mediciones- el IGEE exhibió im-portantes fluctuaciones y registró un promedio de 95 puntos (Gráfico 1). Al año siguiente, el índice experimentó una suba del 4% y un pro-medio de 98 puntos. En 2006 tuvo lugar una significativa mejora de las expectativas (+11%), por lo que el IGEE terminó el año con un prome-dio de 110 puntos. El año 2007 estuvo marcado por una persistente tendencia a la baja aunque, debido a la recuperación observada tras las elecciones presidenciales, el índice terminó el año con una caída de sólo un 2% y 108 puntos de promedio. En 2008 las expectativas se vieron fuertemente afectadas por el conflicto del campo y el estallido de la crisis internacional, por lo que el IGEE registró una caída del 11% y un promedio de 96 puntos. El índice continuó con esta tendencia a la baja en 2009 -año en el que alcanzó su mínimo histórico de 76 pun-tos- terminando con una variación anual negativa de 15% y un prome-dio de 86 puntos. En lo que va de 2010, el IGEE exhibe un promedio de 87 puntos, lo que representa un incremento del 6%con respecto al año anterior.
A la hora de revelar sus principales preocupaciones en materia económica de cara a los próximos 6 meses, los argentinos mencionan en primer lugar al precio de los alimentos (34%) y en segundo lugar al temor a perder el trabajo (24%). Entre las restantes preocupaciones, siguen en orden de importancia las relacionadas con los gastos en salud (12%) y el costo de los servicios (9%). ¿Qué es lo que más le preocupa en relación a los próximos 6 meses? (%) Mayo Mayo 2009
2010 Precio de los alimentos 24 34 Pérdida del empleo 25 24 Gastos en salud 15 12 La preocupación por el precio de los alimentos ha aumentado significativamente con respecto a los resultados que se regis-traran en el relevamiento realizado en el mismo período del año anterior (del 24% al 34%). Cabe destacar que este tema representa la principal preocupación de casi todos los seg-mentos sociodemográficos relevados, presentando una mayor incidencia en el GBA (41% vs. 32% en la ciudad de Buenos Aires y el interior del país). La excepción se da entre los entrevis-tados mayores de 64 años, a quienes preocupan en primer lugar los gastos en salud.
Fuente: UCA – TNS Gallup